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jueves, 17 de junio de 2010

Reflexiones sobre la final de la liga ACB

(Post publicado en http://www.sergioscariolo.com/)

La semana “horribilis” del Barcelona, con esta inesperada derrota en la final de los play off, no cambia mis opiniones expresadas más de una vez a lo largo de la temporada: se trata de un equipo construido muy a consciencia durante el verano, que ha jugado durante todo el año el mejor baloncesto de Europa demostrando, y probablemente gracias a esto, una gran cohesión de los jugadores en la pista, merito a atribuir al entrenador, al equipo técnico y obviamente a los mismos jugadores.

Dicho esto, creo que para el deporte en general y para el baloncesto en particular, no es en absoluto un hecho negativo el que el equipo que es teóricamente favorito y mejor, no haya ganado el campeonato. El Baskonia Caja Laboral es un ejemplo de excelente gestión empresarial, que desde hace años se mantiene en el vértice con grandes esfuerzos en la recaudación de fondos y con excelentes decisiones deportivas, gracias al trabajo de sus directivos en los despachos y de sus entrenadores y jugadores en la pista, entre los que naturalmente hay que destacar a Dusko Ivanovic, protagonista desde el banquillo de las grandes victorias del Caja Laboral.

Es un mensaje para todo el deporte: siempre existe un margen de error para hechos que parece que serán claros, y posibilidad para el equipo que no es favorito, también en situaciones como la de este año, y más este año, en el que el favorito tenía que ganar claramente 3-0. Más concretamente, el hecho que la última canasta la metiera un jugador que a medio verano pasado estaba prácticamente fuera del equipo y le invitaban a buscarse un nuevo club donde jugar, es un gran mensaje a todos los jugadores, algunos de los cuales a veces exageran en el tener que recibir y alegan necesitar tener confianza proveniente desde el exterior para poder rendir.

Fernando San Emeterio ha entendido que la confianza debía encontrarla en él mismo, interpretó como un desafío (así como debe ser para cualquier deportista y para cualquier profesional competitivo) la decisión a priori tomada en contra de él, y respondió como debe hacer un gran jugador y un gran profesional: en el campo, semana tras semana, entrenamiento tras entrenamiento, partido tras partido, y ha sido bonito que haya recibido, aún en probablemente el peor partido que ha jugado en todos los play off, el premio de la última canasta con tiro libre adicional para hacer a su equipo el campeón de la ACB.

martes, 8 de junio de 2010

Presiones y prioridades

Ha levantado mucha sorpresa en Italia -incluso alguna voz cabreada y resentida- la decisión de José Mourinho de dejar al Inter aún teniendo tres años más de contrato y tras ganar el equipo de Milán -lo digo con enorme alegría- liga, copa y Champion League.

Francamente, aunque hubiera preferido ver todavía a José sentando en el banquillo del Inter, no comparto esta sorpresa. En primer lugar, creo que, tal y como permite la ley, igual que un club puede prescindir de los servicios de un entrenador siempre y cuando cumpla con sus obligaciones económicas, el entrenador tiene el mismo derecho sin que eso suene a traición, máxime cuando existe una cláusula de rescisión que obviamente pagará el entrenador o el club que le contrata.

Mourinho llevaba mucho meses en silencio de prensa y no realizaba declaraciones que no fueran las obligatorias por normas UEFA. El técnico luso tomó esta decisión al considerar, no sin razón, que había recibido un trato injusto por parte de la prensa italiana. El entrenador estimó que, en vez de entrar cada dos o tres días en discusión o en conflicto con uno o más periodistas, la mejor decisión era no hacer declaraciones y limitarse a las ruedas de prensa obligatorias, hablando con el medio de prensa corporativo, en este caso con Inter Channel.

Aparte de este aspecto, me imagino que tendría la sensación de haber cumplido con lo máximo que se podía conseguir en el Inter y de estar destinado a bajar el nivel de resultados al año siguiente; ésta es siempre una fuerte motivación para que un entrenador ambicioso, que busca el éxito y no la comodidad, considere oportuno un cambio de aires aunque esté a gusto y pese a que pueda contar con un contrato muy importante como el que tenía el portugués.

Y nada mejor para él que un nuevo desafío y un reto como el de ir a un club donde es verdad que los triunfos tienen una repercusión sin igual, pero también no es menos cierto que resulta tan complicado triunfar que el porcentaje de entrenadores que salen tras una etapa exitosa es yo creo más bajo que en cualquier otro club del mundo.

Recuerdo una frase muy acertada de un veterano periodista que me impactó al oírla: "En el Real Madrid son noticia, por este orden: los fracasos, lo títulos y los partidos perdidos". Es decir, que los partidos ganados ¡ni adquieren el rango de noticia!

En todos los países, y en todos los deportes, la mayoría de los periodistas son profesionales intelectualmente honestos y que conocen suficientemente la materia de la que escriben, pero también en todos los países y en todos los deportes influyen intereses que también actúan, medios que pueden estar a favor de quien tomó la decisión de contratarle y otros que no y lo manifiestan atacándole, periodistas vinculados a anteriores técnicos y que pueden llegar a ver al actual como un usurpador, otros que por conocimientos o por elección no saben/quieren evaluar las causas, y sí solo los resultados...

En fin, hay que aceptar que existen otros muchos factores que influyen en la actitud de la prensa hacia un profesional que no tienen nada que ver con el trabajo que realmente desarrolla, pero que tienen un peso bastante importante si el club se deja influenciar por ellos (cuando no son los propios medios los que sirven de altavoz a pensamientos no declarables del propio club, que también ha pasado...).

Todos estas consideraciones, tras haberlas probado en mi etapa como entrenador del Real Madrid, me vinieron muy bien el verano pasado a la hora de concentrarme en mi trabajo y encerrarme con mis colaboradores y mis jugadores en un grupo muy unido y muy sólido después de esa etapa inicial de resultados y juego dubitativo que desencadenó una importante presión mediática alrededor de la Selección.

Como bien había aprendido, y en eso no hay mejor escuela en el mundo que la del Real Madrid, al fin y al cabo son los resultados los que mandan. Y los que hacen que los resultados sean mejores o peores son, en primer lugar, los jugadores y, en menor medida, los entrenadores. Sirve de poco ponerse en debate. Sirve de nada entrar en conflicto. Sólo importa concentrarse en la calidad del trabajo y en el desarrollo de las relaciones humanas dentro del grupo, mirando hacia adelante sin dar demasiada importancia a lo que se mueve alrededor. Si consigues que los jugadores "pasen" de estas distracciones y sólo identifiquen como el enemigo real al equipo rival, y a veces a las malas actitudes de tú propio equipo, lograrás que se centre en lo que es verdaderamente importante: ¡jugar bien al baloncesto!

martes, 27 de abril de 2010

La influencia del entorno

En el post anterior expliqué mi punto de vista acerca de las relaciones entre los entrenadores y los padres de los jugadores en su etapa de cantera. Ahora os ofrezco mi reflexión sobre las fuentes de influencia del entorno que rodean al jugador, dibujando idealmente tres círculos concéntricos alrededor del protagonista.

La familia y la pareja forman parte del primer círculo- el más próximo a la figura del jugador con el afecto como valor dominante- y obviamente su influencia puede ser positiva o negativa, dependiendo del sentido común y de la educación deportiva que posea o demuestre cada persona cercana al deportista.

Se puede crear un efecto positivo cuando los integrantes del núcleo familiar apoyan, arropan –cuando es necesario- e intentan mantener al jugador con los pies en el suelo. Sin embargo, el efecto es negativo cuando hay personas que alimentan la frustración del deportista dentro del grupo, confundiendo ambición co insatisfacción.

Tener una comunicación abierta con este primer entorno del jugador es muy útil y productivo. En más de una ocasión mantener este contacto me ha ayudado a encontrar una línea de colaboración para mejorar la mentalidad o incluso corregir el rumbo equivocado del deportista. Ha habido ocasiones que, enterado de un incorrecto comportamiento de un familiar en la grada, hablar con esta persona ha servido para cambiar la actitud y reorientarla en beneficio del propio deportista y del grupo.

Otras veces las palabras se topan con un muro infranqueable y la respuesta se alimenta de argumentos que reivindican un mayor protagonismo del jugador, e incluso recuerdo hace años que mis directivos tuvieron que cambiar las localidades destinadas a unos familiares demasiado “expresivos” en la tribuna…

El segundo círculo alrededor del jugador, donde el valor dominante es el interés económico y comercial, lo forman los agentes y representantes, añadiéndose en algunos casos los profesionales que asesoran y cuidan de los aspectos comerciales relacionados con su actividad.

En general, me parece que esta clase de personas se ha profesionalizado y ha evolucionado en sentido positivo. Por ejemplo, hay cada vez más preparación y participación de ex deportistas en estas labores de representación, lo que conlleva un mejor entendimiento de cuál es el mejor camino para ayudar al joven deportista.

Es lícito que los agentes luchen por mejorar el contrato profesional del jugador, pero también es importante que sepan hablar con él de forma sincera para tratar de hacerle notar algún comportamiento no positivo para su desarrollo y para su imagen profesional.

También es indudable que hay otra clase de representantes que únicamente se preocupan de la parte económica con el único objetivo de aumentar el sueldo del jugador y, consecuentemente, subir su comisión por los servicios prestados…


El último círculo lo forman los aficionados y los Medios de Comunicación. Este entorno está físicamente más alejado del jugador, pero con una motivación que a veces es incluso más apasionada que el comportamiento de las personas de los dos primeros círculos.

Aquí también el estímulo ofrecido por público y prensa puede resultar una motivación positiva hacia el máximo rendimiento y compromiso del jugador. Sin embargo, no es infrecuente que los aficionados se encariñen por un determinado jugador, al punto de ignorar que hay, al menos, un compañero más que juega en la misma posición que el favorito, perjudicando sin querer el clima alrededor del equipo.

También suele pasar que algunos Medios especialmente cercanos a un jugador -al margen de su natural función informativa- se encarguen de “promocionarlo” por gusto deportivo o por amistad personal.

Creo que en estos casos es correcto por parte del entrenador evidenciar hacia fuera el peligro que pueden crear estas situaciones hacia fuera, pero con el único objetivo de hacer reflexionar a los destinatarios: aficionados o periodistas. Es probable que éstos mantengan su opinión y posiblemente seguirán expresándose como antes.

Mi experiencia en estos casos me ha enseñado a dedicar mis energías no tanto a pretender modificar actitudes o comportamientos de personas que, al fin y al cabo, son extrañas al equipo, sino a trabajar dentro del grupo; concreta y directamente con los jugadores interesados para evitar daños interpersonales y presiones innecesarias. Al fin y al cabo, se trata de no olvidar que el equipo “fabrica” prestaciones y resultados, mientras que los aficionados y los Medios de Comunicación sólo reaccionan a ellos…

martes, 30 de marzo de 2010

Relaciones padres-entrenador y viceversa

Durante estos días he leído en la página web de la FEB (www.feb.es) las informaciones y los reportajes elaborados alrededor del Campeonato de España Minibasket de selecciones autonómicas, una fiesta del baloncesto que anualmente regenera la ilusión y proyecta el futuro del basket español. Me identifico y alineo completamente con las declaraciones de Ángel Palmi, director deportivo de la FEB, quien afirmaba en una entrevista que “lo prioritario en el Mini no es ganar, sino estar con los amigos y aprender”. Suscribo esta finalidad en mi doble papel de padre y entrenador profesional.

Me doy cuenta de lo importante que es la educación a través del deporte y de la función tan esencial que ejercen los entrenadores. Es a estos entrenadores a los que debemos pedir un esfuerzo de coherencia entre el mensaje educativo que transmiten y sus acciones en los entrenamientos y los partidos. Añado en este punto la transcendencia e importancia que aquí debe desempeñar el club, responsable de la elección y formación de los entrenadores que trabajan con los jugadores en edades de formación. Es fundamental que los clubes mantengan una coherencia entre lo que piden a sus entrenadores y cómo valoran su trabajo.
Considero que la educación táctica y competitiva tiene que ser progresiva y lógica en la evolución del jugador por las categorías de cantera. Por consecuencia, igual de progresiva tiene que ser la exigencia de resultados.

Puede pasar que en algunas ocasiones los clubes promocionen a aquellos entrenadores que han conseguido títulos con los equipos de formación, pero raramente he visto a un instructor transformarse en un gran entrenador “sobre la piel” de sus propios jugadores. Indudablemente ganar no es malo. Sí lo es si se logra de una forma especulativa, acudiendo, por ejemplo, a una defensa zonal durante cuarenta minutos o extremando la sistematizando de los ataques. Esa conducta puede ayudar a ganar un partido, pero no impulsa la consagración del técnico como un entrenador de alto nivel. A los entrenadores que trabajáis con equipos de formación os ánimo a ser equilibrados, eligiendo adecuadamente los instrumentos que os ayuden a competir sin desviaros de la línea de coherencia y del objetivo de una progresión adecuada de los jóvenes valores.

LOS PADRES SEGÚN EL ENTRENADOR

Hablo ahora del papel que desempeñan los padres desde el punto de vista del entrenador. No me parece que el papel paterno y materno se circunscriba a ser el de meros espectadores. Los hijos reclaman de los padres un seguimiento discreto, alejado de los “espectáculos” que algunos ofrecen desde la grada. Los padres deben interesarse por su hijo deportista, animar al equipo e incluso celebrar los pequeños éxitos.

Si yo fuera el entrenador de ese equipo de formación, reclamaría a los padres que arropen a sus hijos y que colaboren conmigo en crear un buen deportista en un deporte de equipo. El cariño y el apoyo de los padres resultan fundamentales y se complementan con la labor que desempeña el entrenador, pero para ello se debe predicar con el ejemplo.

La confusión no puede desconcertar al jugador. Los mensajes de los padres y del entrenador deben concordar y la vía educativa puede tener dos canales que confluyan en una misma línea. El clima positivo debe rodear el entorno del niño.

Recuerdo que durante mi etapa como responsable de la sección de baloncesto del Real Madrid se creó un Departamento de Psicología que apuntaba su trabajo hacia los niños y sus familiares. Se organizaron cursos dirigidos a los padres y se mejoraron las relaciones con ellos. Animo a todos los clubes a trabajar en este sentido e incluso recomiendo a los entrenadores que organicen una serie de reuniones con los padres de sus chavales en las que se les expliquen las claves de este trabajo y la coordinación en los mensajes que los niños reciben por parte de su entrenador y los que le llegan desde el entorno familiar.

EL ENTRENADOR SEGÚN LOS PADRES

Como al comienzo de este escrito os comentaba, la reflexión que desarrollo en el blog la efectúo tanto desde el punto de vista de padre como en mi papel de entrenador. Construyo ahora estos comentarios en versión padre. Mis dos hijos practican ocasionalmente cuatro o cinco deportes, pero a la hora de definir su propia pasión al niño le gusta el baloncesto y la niña se decanta por el baile. Mi papel de padre me impulsa a no forzar la práctica de alguna disciplina, animándoles a seguir con todo lo que les atrae sin impedir que manifiesten sus preferencias.

Ser padre también me exige una función de control sobre el funcionamiento del grupo deportivo en el que está inmerso mi hijo. Creo que podemos estar legitimados a exigir seriedad, puntualidad, higiene, educación… En definitiva, el respeto por los múltiples valores que son inherentes a la práctica deportiva y que apuntalan la formación integral de la persona.
Mantengo el modo padre con el piloto de entrenador encendido. Teniendo conocimiento de baloncesto, me interesa controlar –sin alejarme de la objetividad- que mi hijo sea uno más del grupo y que reciba un trato equitativo respecto al resto de compañeros. Si tuviera la sensación de que no fuera así, intentaría descubrirlo desde el diálogo directo con el entrenador, evitando los comentarios con el niño antes de saber lo que pasa.

Otro de los aspectos que me interesa conocer es si en los entrenamientos se trabaja en una dirección coherente con lo que se considera la correcta progresión y evolución –no utilización- del jugador. Por ejemplo, me preocuparía que en los ejercicios de fundamentos individuales se trabajen por igual ambas manos y también que se enseñe a utilizar el pivote con ambos pies. No creo que comentar estos aspectos sea extralimitarme en mi función como padre sino ofrecer una contribución positiva, manteniendo como último recurso integrar lo que le niño practica con su equipo jugando-entrenando a solas con él.

De todos modos, y anticipando lo que será un nuevo asunto en este blog (la gestión del entorno de un jugador y del equipo), las relaciones padres-entrenador y padres-jugador no se extinguen cuando el deportista finaliza su etapa de formación. Sorprendería a muchos darse cuenta de que esta influencia también es muy importante cuando el joven se convierte en jugador del primer equipo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Aprovechar y reciclar

Para alguien como yo, que ha considerado la necesidad de crear una fundación para ayudar a un grupo de personas desafortunadas, un acuerdo como el firmado entre la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y la Fundación de la FEB para ayudar a quien ha tenido menos suerte en la vida le parece fantástico.
Hemos heredado una situación de suerte y es una responsabilidad devolver una parte de ella a los menos afortunados. Hacer esto regalando baloncesto es unir esta exigencia con una legítima aspiración de todos los que amamos este deporte y no sólo trabajamos en él, sino que lo sentimos con pasión. Además, poder aportar algo a una población como la africana, que tiene un potencial natural por sus características fisioatléticas, es contribuir al crecimiento del baloncesto. Porque cuando África junte sus cualidades naturales a una formación técnica y táctica superior, todos saldremos ganando.
No se trata de coger a la gente de África y llevarla a Europa o EE.UU., sino de mejorar la competición allí para que crezca el nivel y eso cree el caldo de cultivo adecuado para la aparición de un gran número de jugadores de nivel internacional. El futbol se ha adelantado al baloncesto hace tiempo en este aspecto, pero nuestro deporte está hecho para que los jugadores africanos puedan destacar más aún. En África falta instrucción, formación y educación deportiva, al menos de una forma más directa y masiva. Se trata de una inversión a largo plazo, porque desde luego no se aprende en seis meses o un año, pero es abrir una puerta en beneficio de baloncesto.
He tenido la suerte de entrenar a un jugador africano al que guardo gran cariño en mi corazón como es Boniface Ndong. Siempre que traes a un jugador nuevo que rinde a gran nivel te deja un poso pero Boniface, por sus cualidades y su inteligencia, siempre será especial. He hablado con él alguna vez sobre Senegal y él mismo me decía cuánto bien se podría hacer allí con algo más de medios. Por eso me he acordado mucho de él con esta iniciativa de la Fundación de la FEB, ya que es un ejemplo muy concreto porque tiene vocación de volver a su tierra y contribuir. Le vendo esta idea gratis a la FEB porque Boniface Ndong sería un excelente embajador en este ilusionante proyecto de su Fundación.
Rusia me recuerda a África porque es un país de grandes contrastes, donde jugadores con unas grandes condiciones físicas tienen un nivel de formación no tan superior como uno podría pensar. Aparte de la élite, hay muchos chavales con grandes cualidades que tienen un nivel muy bajo de formación y por eso no están preparados cuando llegan a los primeros equipos. El fallo está en la capacidad de comunicar los conocimientos del juego: ver tanto desperdicio da auténtica pena.
Pero hay más formas de aprovechar los recursos que da el baloncesto más allá de la formación y la educación de los nuevos protagonistas del juego y es mediante el reciclaje de los profesionales. Recuerdo una foto de hace algunos años donde el cuerpo técnico de la Selección Española estaba formado únicamente por entrenadores o ex entrenadores, desde el médico hasta el delegado o el jefe de prensa. Considero que, en un mundo en el que las oportunidades para entrenar a un buen nivel son inferiores al número de entrenadores, es necesario aprovechar las cualidades de todos los técnicos. El baloncesto no se puede permitir perder energías importantes.
Esto no afecta sólo a los entrenadores, sino también a los jugadores retirados que pueden ser, por ejemplo, buenos árbitros. Unos pocos llegan a entrenadores de primer nivel pero mejorando su formación empresarial podrían llegar a tener un futuro directivo. Ahí tenemos el caso de Josean Querejeta, ex jugador de alto nivel y ahora uno de los directivos más respetados del baloncesto europeo, o el de Jordi Villacampa , ex grandísimo jugador y que lleva el mismo camino de Querejeta al frente del DKV Joventut.
Sin embargo, no todos los ex jugadores o ex entrenadores pueden reciclarse en roles directivos. Quien no recuerda su pasado no tiene a donde ir en su futuro y mirar atrás es un valor: pero una cosa es la obligación del baloncesto de ayudar a quien contribuyó a hacerlo más grande y ahora lo necesita, y otra es la oportunidad de recuperar activamente a personas que ya han adquirido una base de conocimiento durante su etapa de jugador o entrenador pero que necesitan completarla con una formación más global.
No todos los profesionales valen del todo porque necesitan completar su formación con otro tipo de conocimientos más allá de los ya adquiridos a través del baloncesto. Hay muchos aspectos en los que el profesional puede ser bueno, pero con eso no basta. Los que quieren completar su bagaje sí se pueden encontrar luego cómodos en roles directivos.
También dentro de los entrenadores se da el caso de que si uno ya no vale para ser primer entrenador, por la razón que sea, se tiende a pensar que ya es un lastre en cualquier otro puesto. Esto es dramático y sucede en muchos países pero no en EE. UU, donde son muchos los entrenadores que son directivos y muchos otros los que han pasado de ser primeros entrenadores a técnicos asistentes.
En España y en Italia tenemos miedo a reciclar aunque se tenga ética y lealtad para asumir otros roles. Los propios entrenadores deberían encender ese debate y desde la cantera se podría apostar por entrenadores todavía muy válidos y con mucho entusiasmo para estar cada tarde en una pista para enseñar a los jóvenes la gran cantidad de baloncesto que pueden ofrecer.

martes, 2 de marzo de 2010

Sin sorpresas

Echemos un vistazo a lo que nos dejaron las pasadas citas coperas en Europa. En Rusia se completó el cartel de participantes en la fase final que se jugará los días 18 y 19 de marzo con los enfrentamientos CSKA-San Petersburgo y Khimki-Unics Kazan en semifinales.
Maccabi y Siena ganaron con cierta comodidad en Israel e Italia, respectivamente. El título copero en Francia estuvo muy disputado y fue el Villeurbanne el que se proclamó campeón. Olympiacos parece haber encontrado su equilibrio y derrotó a un Panathinaikos en dificultades, con problemas de rendimiento que también le han pasado factura en la Euroliga, pero que este domingo se sacó la espina de la copa y ganó 98-91 a su eterno rival ateniense.

No hubo sorpresas en Bilbao. Pronósticos y resultados coincidieron y la Copa del Rey la ganó el mejor equipo. El Regal FC Barcelona exhibió una sensación de superioridad mucho más clara que la ofrecida por los campeones de ediciones precedentes. La plantilla del Barça reúne amplitud, homogeneidad y potencia atlética, a lo que hay que sumar una excelente organización en la cancha que le sitúa un peldaño por encima del resto

Además, el equipo blaugrana conjuga fuerza y consistencia con una solidez defensiva que pone en dificultades a los rivales. Rivales que no consiguen jugar cómodos en ataque y ello provoca que pierdan los niveles de solidez y agresividad defensiva que son imprescindibles para hacer frente al campeón de Copa.
He comentado públicamente la importante participación y el protagonismo de los jugadores nacionales durante la cita copera de Bilbao. El eje Rubio-Vázquez aportó al Regal Barça un alto ritmo. Fran jugó por encima del aro con su extraordinaria capacidad de intimidación y su excelente habilidad para aprovechar con eficacia los pases de sus compañeros, que atraen constantemente ayudas. A Fran se le puede pasar la pelota de muchas formas sin que pierda velocidad en recibir y anotar.

Comparto el MVP que fue entregado a Fran Vázquez y creo que Ricky estuvo sólo un poquito más atrás. Durante el pasado EuroBasket, Ricky Rubio ya tuvo la responsabilidad de ser titular en un equipo de grandes jugadores y ahora cada vez lo lleva mejor. Ricky ha dado un paso más y ha logrado complementar su capacidad de crear peligro a través de la penetración con un tiro cada vez más fiable, a lo hay que sumar su aptitud para repartir juego con un “timing” cada vez más correcto. Sus compañeros parecen sentirse muy cómodos con Ricky al mando.

Es obligado destacar en el Real Madrid la eclosión de Sergio Llull en el lanzamiento de tres puntos. Durante esta temporada estamos asistiendo a una evolución constante y efectiva del jugador en este apartado. Si Sergio consigue que el defensor tenga que preocuparse tanto de su tiro como para pegarse a él, su potencial en el 1 contra 1 es casi imparable. El pasado verano elegí a Llull para reemplazar en la Selección a un escolta-alero como Berni Rodríguez por su mezcla de carácter y talento que le permite jugar muy por encima de su estatura. Nadie duda de que puede llegar a ser un excelente base, pero cuando lo entrenas te das cuenta de su enorme potencial al lado de otro base. La capacidad anotadora de Llull es un valor añadido a cualquier equipo. Es una excelente combinación tener en cancha a un base director y otro con la capacidad de producir puntos como la que atesora Sergio Llull.

Durante la Copa también asistimos a la confirmación de la buena temporada y excelente progresión de jugadores nacionales. Víctor Claver superó el bache que había pasado en las semanas previas a la cita copera, Rafa Martínez mantuvo su excelente nivel y Fernando San Emeterio ratificó –sobre todo en el partido de cuartos de final- su gran campaña.

viernes, 12 de febrero de 2010

Estrellas en Dallas

La presencia de Pau en el All Star es, como dirían los juristas, un "acto debido”. Me explico. Obligatoria su presencia en Dallas por la importancia del jugador en un equipo campeón, por su tremenda versatilidad (¿qué otro jugador si no él puede actuar de 4 y de 5 sin problemas?) y por la lógica y velocidad de circulación del balón que transmite en casi todas las jugadas en las que interviene. Y todo esto en un equipo de primera fila, conviviendo con otros jugadores que asumen un gran protagonismo ofensivo y con unas condiciones físico-atléticas buenas, pero casi siempre inferiores a las de los rivales directos.
Lo mismo se puede decir acerca de la inclusión de Marc Gasol en el equipo "Sophomores". Al margen de la importante progresión estadística de Marc, me encanta la personalidad y la seguridad que demuestra en la cancha. Defensivamente me parece más sólido, más tranquilo y acertado en la toma de decisiones en un equipo en el que la pelota a veces no llega a sus manos con la continuidad que sería deseable. De todas formas, en el proceso de transformación de los Grizzlies de la banda que eran al equipo que son, seguramente Marc tiene mucha culpa. Su mentalidad ganadora, aprendiendo con la madurez a canalizarla siempre positivamente, es contagiosa hasta para el más egoísta de los compañeros. Apuesto a que en uno o dos años veremos a Marc en el All Stars de los "mayores".
Me transmite mucha tranquilidad ver al presidente y al director general de la FEB en compañía de los jugadores españoles de la NBA. Excluyendo casos aislados, la “fidelización” de los jugadores a sus selecciones es tarea fundamental de las federaciones nacionales y podemos estar todos tranquilos de que los "nuestros" lo saben hacer mejor que nadie. Seguro que para José Calderón, Rudy Fernández y Sergio Rodríguez estas visitas constituyen un estímulo para seguir haciéndolo bien y para acordarse de la cantidad de gente que les sigue desde España.

Regresamos a Europa donde Ricky ha vuelto a ser nombrado mejor Jugador Joven del continente. Como le dije a él directamente, lo de joven ya chirría. Si el criterio de elección fuera un examen neuronal y no por la edad, seguro que lo incluirían entre los más expertos y veteranos. Fuera de bromas, como no era tan difícil de prever, le veo progresar en el Barça, equipo con un sistema de juego moderno y organizado que le enseña todos los días que un gran base es aquel que sabe encontrar equilibrio entre el peligro que crea y el que permite que creen sus compañeros.